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La enfermedad renal es una afección en la cual los riñones están dañados y no pueden filtrar la sangre como deberían. Este daño puede hacer que se acumulen toxinas y líquidos en el cuerpo. La enfermedad renal puede también causar otros problemas de salud.
La lesión renal aguda es una disminución repentina de la función renal que generalmente dura poco tiempo. Aun cuando la lesión renal aguda no dura mucho, podría causar efectos duraderos incluso después de que se haya tratado el problema subyacente. Si se deja sin tratar, puede ser potencialmente mortal.
La enfermedad renal crónica se desarrolla lentamente durante un tiempo largo, generalmente de meses a años. La enfermedad renal crónica podría gradualmente causar insuficiencia renal. La insuficiencia renal significa que lo más probable es que una persona necesite un trasplante de riñón o diálisis pronto para mantenerse sana por más tiempo. La insuficiencia renal que se trata con un trasplante de riñón o diálisis se conoce como enfermedad renal en etapa terminal (ESKD, por sus siglas en inglés).
La enfermedad renal en los niños no es común. Los investigadores no saben exactamente cuántos niños se ven afectados por la enfermedad renal porque muchos niños presentan pocos o ningún síntoma en las primeras etapas de la enfermedad.
La enfermedad renal crónica es más común en los niños varones que en las niñas.1 En América del Norte, los niños negros tienen de dos a tres veces más probabilidad de desarrollar enfermedad renal crónica en comparación con los niños blancos.1
Las complicaciones de la enfermedad renal en los niños podrían incluir:
La enfermedad renal también puede afectar la vida de los niños de otras maneras, causando problemas relacionados con el comportamiento, las relaciones interpersonales y la autoestima. Los niños con enfermedad renal crónica podrían tener dificultad para concentrarse y aprender, y sus habilidades motoras y del lenguaje podrían desarrollarse más lentamente que las de sus compañeros. Es posible que los padres o tutores legales deseen informarse sobre las formas de cuidar a un niño con enfermedad renal (en inglés).
Los niños en las primeras etapas de la enfermedad renal podrían presentar pocos o ningún síntoma. A medida que la enfermedad renal empeora, los síntomas podrían incluir:
Otros síntomas podrían incluir:
Los síntomas pueden variar de un niño a otro, dependiendo de la causa de la enfermedad renal.
La enfermedad renal en los niños puede ser causada por:
Los defectos congénitos que no dejan que el conducto urinario se desarrolle normalmente causan casi el 60% de los casos de enfermedad renal crónica infantil en los Estados Unidos.1 Se presenta un defecto congénito cuando una parte del cuerpo del bebé no se desarrolla normalmente cuando está en la matriz o útero. Los ejemplos de defectos congénitos que podrían causar enfermedad renal incluyen:
Se presenta una enfermedad hereditaria cuando uno de los padres pasa una mutación genética al niño. Las enfermedades renales hereditarias comunes que afectan a los niños incluyen:
Un niño podría desarrollar una enfermedad renal después de tener una infección en otra parte del cuerpo, como:
El síndrome nefrótico (en inglés) puede desarrollarse cuando pequeños filtros en el riñón, conocidos como glomérulos, se dañan y permiten que la proteína se filtre de la sangre a la orina. Entre los niños mayores de 12 años, las enfermedades que afectan los glomérulos (en inglés) son la causa más común de la enfermedad renal crónica, representando aproximadamente el 45% de los casos.1
Las causas comunes del síndrome nefrótico en los niños incluyen:
Las enfermedades sistémicas son enfermedades que afectan muchos sistemas de órganos o todo el cuerpo. La nefritis lúpica (en inglés) es un ejemplo de una enfermedad sistémica que a menudo afecta los riñones. La nefritis lúpica es un trastorno renal causado por una enfermedad autoinmunitaria conocida como lupus eritematoso sistémico o lupus.
Los traumas como quemaduras, deshidratación, hemorragia, lesión o cirugía pueden causar presión arterial muy baja, lo que disminuye el flujo de sangre a los riñones. El flujo sanguíneo bajo puede causar una lesión o insuficiencia renal aguda.
Si se desarrolla una obstrucción entre los riñones y la uretra, la orina puede devolverse a los riñones y causar daños. El reflujo (en inglés) ocurre cuando la válvula entre la vejiga y el uréter no se cierra por completo, lo que permite que la orina se devuelva de la vejiga a los riñones. Si la orina en la vejiga se infecta, la orina infectada puede devolverse a los riñones y causar una infección renal.
Para diagnosticar la enfermedad renal, los profesionales del cuidado de la salud usan la historia clínica del niño y de la familia además de un examen físico. Para confirmar el diagnóstico, los profesionales del cuidado de la salud podrían usar una o más de las siguientes pruebas:
Si el profesional del cuidado de la salud del niño sospecha que tiene una enfermedad renal, podría remitirlo a un nefrólogo pediátrico, un médico que se especializa en el tratamiento de la enfermedad renal en los niños.
Los profesionales del cuidado de la salud tratan la enfermedad renal en los niños tratando o controlando primero cualquier afección subyacente que pueda estar causando el daño renal. Pueden hacer una cirugía para corregir un bloqueo en el conducto urinario o recetar antibióticos para tratar una infección.
Algunos niños con lesión renal aguda podrían requerir diálisis (tratamiento para filtrar las toxinas y el exceso de líquidos de la sangre) por poco tiempo mientras los riñones se recuperan.
Cuando la enfermedad renal de un niño es crónica o de larga duración, el tratamiento podría retrasar la progresión de la enfermedad, aliviar los síntomas y controlar las complicaciones.
Los niños con enfermedad renal crónica corren un mayor riesgo de infecciones. Las vacunas ayudan a prevenir muchas enfermedades que pueden resultar de infecciones. Se debe consultar con el médico del niño sobre qué vacunas son adecuadas para él. Algunos niños con enfermedad renal crónica o ciertos tipos de enfermedades renales podrían calificar para la vacuna neumocócica polisacárida (PPSV23), que puede prevenir algunas infecciones bacterianas.
Los profesionales del cuidado de la salud controlan (manejan) las complicaciones de la enfermedad renal en los niños recetando medicamentos y sugiriendo cambios en lo que comen y beben.
El profesional del cuidado de la salud del niño podría recetarle:
El profesional del cuidado de la salud del niño podría sugerir cambios en la dieta, como:
Se debe consultar con el profesional del cuidado de la salud del niño antes de hacer cualquier cambio en su dieta. El profesional del cuidado de la salud del niño podría sugerir que se trabaje con un dietista registrado para crear un plan de alimentación con los alimentos y nutrientes adecuados en las cantidades adecuadas para que el niño crezca correctamente y se mantenga sano.
Si los riñones del niño se dañan hasta fallar, el niño necesitará terapia de reemplazo renal—trasplante de riñón, hemodiálisis o diálisis peritoneal— para mantenerse sano.
La insuficiencia renal en los niños a menudo se trata con un trasplante de riñón. Algunos niños reciben un trasplante de riñón antes de comenzar la diálisis. Esto se conoce como un trasplante preventivo. Otros niños comienzan el tratamiento de diálisis para mantenerse sanos hasta que puedan recibir un trasplante.
Alrededor de un tercio de los riñones trasplantados a niños provienen de donantes vivos.2 Es más probable que un riñón de uno de los padres sea más compatible que un riñón de alguien que no tenga un vínculo sanguíneo con el niño. El tiempo de espera para un trasplante de riñón varía según la región del país y si el niño tiene anticuerpos en la sangre como resultado de transfusiones de sangre o un previo trasplante de riñón, lo que puede dificultar la búsqueda de un donante compatible.
Por lo general la hemodiálisis se hace en un centro de diálisis tres veces por semana. Algunos centros de diálisis enseñan a los padres o tutores a hacer la hemodiálisis del niño en casa. Los profesionales del cuidado de la salud podrían recomendar diálisis más frecuentes para los niños más pequeños.
Se debe consultar con el equipo de cuidado de la salud del niño sobre cualquier efecto secundario que experimente después de la hemodiálisis. Un profesional del cuidado de la salud puede a menudo controlar los efectos secundarios. Se pueden prevenir muchos efectos secundarios asegurándose de que el niño mantenga una dieta adecuada y limite la ingesta de líquidos, así como de que tome todos los medicamentos según las indicaciones.
La diálisis peritoneal generalmente se hace en la casa, después de que los padres o tutores y el niño completen un entrenamiento. Se alienta a los niños a que, a medida que crecen, se involucren en su tratamiento de diálisis peritoneal.
Una complicación ocasional de la diálisis peritoneal es la peritonitis, una infección grave del peritoneo. Durante la capacitación, a los cuidadores se les enseña a prevenir la peritonitis lavándose bien las manos, usando una mascarilla quirúrgica durante los intercambios de diálisis y siguiendo exactamente los procedimientos de la diálisis. Se debe reportar cualquier señal de infección inmediatamente al profesional del cuidado de la salud del niño. El tratamiento rápido podría prevenir otros problemas.
Los investigadores no han encontrado una forma de prevenir la enfermedad renal infantil. Sin embargo, recibir tratamiento temprano y controlar las complicaciones puede ayudar a retrasar o impedir que la enfermedad renal del niño empeore. Se debe trabajar con el pediatra del niño y el equipo de cuidado renal para ayudarlo a mantenerse sano y activo.
Se puede ayudar al niño con enfermedad renal al:
El NIDDK realiza y respalda ensayos clínicos de muchas enfermedades y afecciones, incluidas las enfermedades renales. Los ensayos clínicos buscan nuevas formas de prevenir, detectar o tratar enfermedades y de mejorar la calidad de vida.
Los niños responden a los medicamentos y tratamientos de manera diferente a los adultos. La forma de obtener los mejores tratamientos para los niños es a través de investigaciones diseñadas específicamente para ellos.
Gracias a los ensayos clínicos y otros tipos de estudios clínicos (en inglés) hemos logrado grandes avances en el mejoramiento de los resultados de salud de los niños. Las vacunas, los tratamientos para niños con cáncer y las intervenciones para bebés prematuros son solo algunos ejemplos de cómo estas investigaciones dirigidas pueden ayudar. Sin embargo, todavía tenemos muchos interrogantes que responder y más niños esperando beneficiarse.
Los datos recopilados de ensayos y estudios que involucran niños ayudan a los médicos e investigadores a:
Entendemos que tiene muchas preguntas, quiere sopesar los beneficios y las desventajas y necesita aprender tanto como sea posible. La decisión de inscribirse en un estudio puede cambiar su vida y la de su hijo. Dependiendo del resultado del estudio, su hijo podría encontrar alivio de su afección, no ver ningún beneficio o ayudar a mejorar la salud de las generaciones futuras.
Hable con su hijo, así como con el pediatra y el nefrólogo pediátrico de su hijo, y considere lo que se esperaría. ¿Cuál podría ser el posible beneficio o daño? ¿Será necesario viajar? ¿Está mi hijo lo suficientemente bien como para participar? Si bien los padres o tutores legales deben dar su permiso o consentimiento para que sus hijos participen en un estudio, los niños también deben aceptar participar, si son capaces de hacerlo verbalmente. Al final, ninguna elección es correcta o incorrecta. Su decisión se basa en lo que es mejor para su hijo.
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) se comprometen a garantizar que usted obtenga toda la información que necesita para sentirse cómodo y tomar decisiones informadas. La seguridad de los niños sigue siendo la máxima prioridad para todos los estudios de investigación de los NIH. Para obtener más recursos que le ayuden a decidir si los ensayos clínicos son adecuados para su hijo, visite Ensayos clínicos y usted: para padres e hijos (en inglés).
Los investigadores estudian muchos aspectos de la enfermedad renal en los niños, como:
Mire un video del Dr. Griffin P. Rodgers, director del NIDDK, que explica la importancia de participar en los ensayos clínicos.
En ClinicalTrials.gov (en inglés) puede ver una lista filtrada de estudios clínicos sobre la enfermedad renal en los niños financiados por el gobierno federal, que están abiertos y reclutando participantes. Puede ampliar o reducir la lista para incluir estudios clínicos de la industria, universidades e individuos; sin embargo, los NIH no revisan estos estudios ni pueden garantizar que sean seguros. Si encuentra un ensayo que cree que podría ser adecuado para su hijo, consulte con el proveedor del cuidado de la salud de su hijo sobre cómo puede inscribirse.
This content is provided as a service of the National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases
(NIDDK), part of the National Institutes of Health. NIDDK translates and disseminates research findings to increase knowledge and understanding about health and disease among patients, health professionals, and the public. Content produced by NIDDK is carefully reviewed by NIDDK scientists and other experts.
El NIDDK quisiera agradecer a:
Darcy K. Weidemann, M.D., M.H.S., Children’s Mercy Hospital