Hepatitis D

En esta sección:

¿Qué es la hepatitis D?

La hepatitis D es una infección viral que causa inflamación y daño al hígado. La inflamación es una hinchazón que ocurre cuando los tejidos del cuerpo se lesionan o infectan. La inflamación puede dañar los órganos.

Los virus invaden las células normales del cuerpo. Muchos virus causan infecciones que pueden transmitirse de una persona a otra.

El virus de la hepatitis D es inusual porque solo puede infectar a la persona cuando él o ella también tiene una infección por el virus de la hepatitis B. Por esto, se puede decir que la hepatitis D es una doble infección. Puede protegerse de la hepatitis D al protegerse contra la hepatitis B recibiendo la vacuna contra esa enfermedad.

La hepatitis D se transmite de la misma manera que la hepatitis B, a través del contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada.

La hepatitis D puede causar una infección aguda o crónica, o ambas.

Hepatitis D aguda

La hepatitis D aguda es una infección a corto plazo. Los síntomas de la hepatitis D aguda son los mismos síntomas de cualquier otro tipo de hepatitis, pero a menudo son más severos.19 En algunos casos, el cuerpo puede combatir la infección y el virus desaparece.

Hepatitis D crónica

La hepatitis D crónica es una infección duradera. La hepatitis D crónica ocurre cuando el cuerpo no puede combatir el virus y el virus no desaparece. Las personas que tienen hepatitis B y D crónicas tienen complicaciones con más frecuencia y rapidez que las personas que solo tienen hepatitis B crónica.20

¿Cómo ocurren juntas las infecciones por hepatitis D y hepatitis B?

Las infecciones por hepatitis D y por hepatitis B pueden ocurrir juntas como una coinfección o como una sobreinfección. Las personas solo pueden infectarse con hepatitis D cuando también tienen hepatitis B.

Coinfección

Una coinfección ocurre cuando se contrae la hepatitis D y hepatitis B al mismo tiempo. Las coinfecciones generalmente causan infecciones agudas (de corta duración) por hepatitis D y B. Las coinfecciones pueden causar hepatitis aguda grave.

En la mayoría de los casos, las personas pueden recuperarse y combatir las infecciones agudas de hepatitis D y B y los virus desaparecen. Sin embargo, en menos del 5 por ciento de las personas con coinfección, ambas infecciones se vuelven crónicas y no desaparecen.21

Sobreinfección

Se produce una sobreinfección cuando ya tiene hepatitis B crónica y luego se infecta con hepatitis D. Cuando se produce una sobreinfección, puede tener síntomas graves de hepatitis aguda.19

Hasta el 90 por ciento de las personas con una sobreinfección no pueden combatir el virus de la hepatitis D y la enfermedad se vuelve crónica.20 Como resultado, estas personas tendrán infecciones crónicas de tanto hepatitis D como hepatitis B.

¿Es frecuente la hepatitis D?

La hepatitis D no es frecuente en los Estados Unidos. Es más frecuente en otras partes del mundo, como en Europa del Este y del Sur; la región mediterránea y el Medio Oriente; partes de Asia, incluyendo Mongolia; África Central; y la cuenca del río Amazonas en América del Sur. 22,23

¿Quién tiene más probabilidad de contraer hepatitis D?

La infección por hepatitis D solo ocurre en personas que tienen hepatitis B. Las personas tienen más probabilidades de tener hepatitis D además de la hepatitis B si

¿Cuáles son las complicaciones de la hepatitis D aguda?

En casos raros, la hepatitis D aguda puede causar insuficiencia hepática aguda, es decir, que el hígado de pronto deje de funcionar. Aunque la insuficiencia hepática aguda es poco frecuente, la probabilidad de que ocurra es mayor cuando se tienen las infecciones por hepatitis D y B juntas que cuando se tiene solo la infección por hepatitis B.24

¿Cuáles son las complicaciones de la hepatitis D crónica?

La hepatitis D puede llevar a cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado. Las personas que tienen infección crónica de tanto la hepatitis B como la D son más propensas a tener estas complicaciones que las personas que solo tienen hepatitis B crónica.20 El diagnóstico y tratamiento temprano de las hepatitis B y D puede reducir su probabilidad de problemas graves de salud.

Cirrosis

La cirrosis es un problema médico en el que el hígado se daña lentamente y no puede funcionar normalmente. El tejido cicatricial reemplaza el tejido sano del hígado y bloquea parcialmente el flujo de sangre a través del hígado. En las primeras etapas de la cirrosis, el hígado continúa funcionando. A medida que la cirrosis empeora, el hígado comienza a fallar.

Insuficiencia hepática

También llamada enfermedad del hígado en etapa terminal, la insuficiencia hepática progresa durante meses o años. Cuando se tiene la enfermedad del hígado en etapa terminal, el hígado ya no puede realizar funciones importantes ni reemplazar las células dañadas.

Cáncer de hígado

Tener hepatitis B crónica y hepatitis D crónica aumenta su probabilidad de tener cáncer de hígado. Su doctor puede sugerirle que se haga una ecografía u otro tipo de pruebas de imagines para ver si tiene cáncer de hígado. Detectar el cáncer en una etapa temprana mejora la posibilidad de curarlo.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis D?

La mayoría de las personas con hepatitis D aguda tienen síntomas, que pueden incluir

  • sentirse cansado
  • náuseas y vómitos
  • pérdida de apetito
  • dolor en la parte superior del abdomen sobre el hígado
  • orina de color más oscuro
  • heces de color más claro
  • dolor en las articulaciones
  • ojos y piel amarillentos, lo que se llama ictericia

Por el contrario, la mayoría de las personas con hepatitis D crónica tienen pocos síntomas hasta que se desarrollan las complicaciones, lo que podría ser varios años después de haber contraído la infección. Algunos síntomas de la cirrosis incluyen

  • debilidad y sentirse cansado
  • pérdida de peso
  • hinchazón del abdomen
  • hinchazón de los tobillos, lo que se llama edema
  • picazón en la piel
  • ictericia

¿Qué causa la hepatitis D?

El virus de la hepatitis D causa este tipo de hepatitis y se transmite a través del contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada. El contacto puede ocurrir por

  • compartir agujas u otros objetos para administrarse drogas con una persona infectada
  • tener relaciones sexuales sin protección con una persona infectada
  • pincharse accidentalmente con una aguja que usó una persona infectada

El virus de la hepatitis D rara vez se transmite de madre a hijo durante el parto.

No se puede contraer la hepatitis D

  • si una persona infectada tose o estornuda encima suyo
  • al beber agua o comer alimentos
  • por abrazar a una persona infectada
  • por darle la mano o tomarle la mano a una persona infectada
  • al compartir cucharas, tenedores y otros utensilios para comer
  • por estar sentado al lado de una persona infectada

¿Cómo se diagnostica la hepatitis D?

Los doctores diagnostican la hepatitis D en base a su historia médica, un examen físico y análisis de sangre. Si tiene hepatitis D, su doctor puede hacer pruebas adicionales para ver cómo está el hígado.

Historia médica

Su doctor le preguntará acerca de sus síntomas y los factores que pueden hacerle más propenso a tener la hepatitis D.

Examen físico

Durante el examen físico, su doctor verificará si hay señales de daño al hígado, como

  • cambios en el color de la piel
  • hinchazón en la parte inferior de las piernas, los pies o los tobillos
  • sensibilidad o hinchazón en el abdomen

¿Qué pruebas usan los doctores para diagnosticar la hepatitis D?

Los médicos utilizan los análisis de sangre para diagnosticar la hepatitis B. Su médico puede solicitar exámenes para buscar para daño hepático, descubrir cuánto daño tienes o descartar otras causas del enfermedad del hígado.

Análisis de sangre

Su doctor puede pedir uno o más análisis de sangre para diagnosticar la hepatitis D. Un profesional de la salud le tomará una muestra de sangre y la enviará a un laboratorio.

Un profesional de la salud toma una muestra de sangre del brazo de un paciente.
Su doctor puede pedir uno o más análisis de sangre para diagnosticar la hepatitis D.

Pruebas adicionales

Si tiene hepatitis D y hepatitis B crónica, podría tener daño al hígado. Es posible que su doctor le recomiende pruebas adicionales para determinar si tiene daño al hígado, cuánto daño tiene o para descartar otras causas de enfermedades del hígado. Estas pruebas pueden incluir

  • análisis de sangre
  • elastografía transitoria, una ecografía especial que mide el estado de rigidez o elasticidad del hígado
  • biopsia del hígado, en la que el doctor usa una aguja para extraerle un trozo pequeño de tejido del hígado. Un patólogo le examinará el tejido con un microscopio para ver si hay señales de daño o enfermedad.

Los doctores generalmente solo le hacen una biopsia del hígado si las otras pruebas no dan suficiente información sobre el daño o la enfermedad del hígado. Pregúntele a su doctor qué exámenes son los mejores para usted.

¿Cómo se trata la hepatitis D?

Los doctores pueden tratar la hepatitis D crónica con medicinas llamadas interferones, como el peginterferón alfa-2a (Pegasys). Los investigadores están estudiando nuevos tratamientos para la hepatitis D. Además, quizás sea necesario tomar medicinas para la hepatitis B. Por lo general, estas medicinas se toman una vez al día por vía oral.

¿Cómo se tratan las complicaciones de la hepatitis D?

Si la hepatitis D crónica causa cirrosis, debe consultar a un doctor especializado en enfermedades del hígado. Los doctores pueden tratar problemas de salud relacionados con la cirrosis con medicinas, cirugía y otros procedimientos médicos. Si tiene cirrosis, tiene una mayor probabilidad de tener cáncer de hígado. Su doctor puede solicitar que se haga una ecografía u otro tipo de prueba de imagines para ver si tiene cáncer de hígado.

Si la hepatitis D aguda resulta en insuficiencia hepática aguda, o si la hepatitis D crónica lleva a insuficiencia hepática o cáncer de hígado, es posible que necesite un trasplante de hígado (en inglés).

¿Cómo puedo protegerme de la infección por hepatitis D?

Si no tiene hepatitis B, puede prevenir la hepatitis D al tomar medidas para prevenir la infección por el virus de la hepatitis B, como ponerse la vacuna contra la hepatitis B. Si no le da hepatitis B, no le puede dar hepatitis D.

Si ya tiene hepatitis B, puede tomar medidas para evitar infectarse con la hepatitis D al

  • No compartir agujas u otros objetos para administrarse drogas.
  • Usar guantes si tiene que tocar la sangre o heridas abiertas de otras personas.
  • No compartir los artículos personales como cepillos de dientes, navajas o rasuradoras, o cortaúñas.

¿Cómo puedo evitar contagiar a otros con la hepatitis D?

Si tiene hepatitis D, siga los pasos anteriores para evitar transmitir la infección. Sus parejas sexuales deben hacerse una prueba para ver si tienen hepatitis B y, si no tienen la infección, deben recibir la vacuna contra la hepatitis B. La prevención de la hepatitis B también evitará la hepatitis D.

Puede proteger a otros para que no se infecten al informarle a su doctor, dentista y otros profesionales de la salud que usted tiene hepatitis D. No done sangre ni productos sanguíneos, semen, órganos o tejidos.

¿Existe alguna vacuna contra la hepatitis D?

Actualmente no existe una vacuna contra la hepatitis D. La vacuna contra la hepatitis B puede ayudar a prevenir la hepatitis D al prevenir la hepatitis B.

Alimentación, dieta y nutrición para la hepatitis D

Si tiene hepatitis D, debe seguir una dieta equilibrada y saludable. Hable con su doctor sobre la alimentación saludable. También debe evitar las bebidas alcohólicas porque pueden causarle más daño al hígado.

Referencias

Última revisión mayo de 2017
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El contenido de esta publicación es proporcionado como un servicio del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés). El NIDDK traduce y comparte los resultados de sus investigaciones para incrementar el conocimiento de salud y las enfermedades entre pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Las publicaciones producidas por el NIDDK son cuidadosamente revisadas por los científicos del NIDDK y otros expertos.